jueves, 28 de mayo de 2015

EN CASA SOS CARLITOS.

Foto gentileza de www.velezsarsfield.com.ar



Hoy tengo el placer de escribir sobre el que es, bajo mi criterio, el máximo ídolo de Vélez Sarsfield. Los más grandes tuvieron la posibilidad de verlo correr, gambetear y convertir. Los más jóvenes, pudieron disfrutarlo en la década del 90' cuando tomó el mando del equipo. Él es Carlos Bianchi.
Nació el 26 de abril de 1949 en Capital Federal. De muy chico se interesó por el fútbol y, a los 15 años, llegó a las inferiores del Fortín. Era un joven muy habilidoso y con una capacidad goleadora increíble, eso lo llevó a debutar en la primera el 23 de julio de 1967 frente a Boca. Su primer gol llegó el año siguiente cuando Vélez derrotó a Argentinos Juniors por 4 a 2.
Fue un gran participe de la primer estrella en nuestro cielo, el Nacional del 68'. Disputó un total de 10 partidos y anotó 8 goles.
En 1973 ya era una figura del futbol local y lo vinieron a buscar de Francia. El Stade Reims, el Paris Saint Germain y el Racing de Strasbourg fueron los afortunados que disfrutaron de sus 187 goles.
Con experiencia y algunas lesiones encima, Carlitos volvió a Vélez en 1980 para poner fin a su carrera 4 años después.
Con la V azulada en el pecho marcó 206 goles en 324 encuentros,entre ellos varios hat-trick y los recordados 5 goles a San Lorenzo. Hasta la actualidad, Carlitos es el máximo goleador de la historia de Vélez y será difícil que alguien lo supere.
Pero su leyenda no terminó ahí, un nuevo camino comienza cuando debuta como director técnico del Reims. Sus aventuras en Francia lo llevaron a que, en 1992, regrese a Argentina para dirigir al club de sus amores, Vélez Sarsfield.
A partir de ese momento, el Fortín tocó el cielo con las manos. La etapa más exitosa de Vélez comenzó. Acompañado de grandes jugadores, Bianchi consiguió 6 títulos (Clausura 93', Libertadores 94', Intercontinental 94', Apertura 95, Clausura 96', Interamericana 96') en 3 años.
Su carrera como entrenador continuó en otros equipos, pero eso ya es otra historia.
Debido a mi edad no pude disfrutar de él pero con ver las lagrimas en los ojos de la gente que cuenta sus hazañas me alcanza. Mucho ha pasado desde aquel campeonato del 68' y las hazañas de la década del 90', lo cierto es que hoy somos el gigante que somos gracias a él, por eso su nombre quedará grabado en la historia para siempre.


Nahuel Zorrilla
@nahuelzorrilla7
nahuel@mundovelezano.com.ar

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