miércoles, 30 de abril de 2014

CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA

http://www.velezsarsfield.com.ar

¨Esto no tiene remedio, es como si ya nos hubiese sucedido¨. La frase de la genial obra de Gabriel García Márquez pinta a las claras la eliminación de Vélez de la Copa Libertadores a manos de Nacional de Paraguay. El equipo del Turu Flores una vez más queda en el camino en los octavos de final pura y exclusivamente por culpas propias ya que si bien buscó por todos los medios careció de inteligencia para doblegar a un rival que solo con orden táctico pudo resolver la llave. Ese orden táctico del que Vélez carece y queda demostrado cuando Correa convierte el primer gol y en la jugada siguiente la defensa queda una vez más totalmente desbalanceada dejando a dos hombres del equipo paraguayo mano a mano con Romero que cometió el penal que liquidó la serie cuando todavía quedaban casi 20 minutos para dar vuelta la historia, verdaderamente algo incomprensible para un equipo que aspira a tener medianas chances en una competencia tan importante como la Libertadores. Al equipo le faltó rebeldía y fuego sagrado para ir por la hazaña una palabra que suena muy poco en los últimos años de la historia de Vélez más allá de los títulos logrados. El Fortín no queda en el camino solo por eso sino que varios jugadores no entendieron el partido como lo que era: UNA FINAL. Los casos más resonantes son los de Canteros (que se hace expulsar minutos después que se consigue el segundo gol) y Cabral que no estuvieron a la altura y solo Correa buscó algo más teniendo el premio con sus dos goles sumado a los atisbos del Poroto Cubero que al menos mostró estar ¨enojado¨ para intentar revertir la situación. Triste final pero previsible para un equipo monótono, sin rebeldía que nunca aprendió de sus errores que pierde partidos ante rivales que no le patean al arco y que vive un déjá vu tras otro como ya le pasó ante Newell´s y Ponte Preta.


FLAVIO RAVELLA
@flaviofortinero

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